Mariví Vela, avicultora: “Necesito el compromiso de los consumidores para seguir luchando”

 In COVID-19, Economía, Emprendimiento, Fademur, Sector agrario

Mariví, la ganadera de “los huevos Michelín”, es otra de las víctimas del cierre del canal HORECA debido a la Covid-19. Esta medida, necesaria pero fulminante para los negocios hosteleros, también pone contra las cuerdas a las explotaciones más sostenibles, como la ecogranja Villada de Mariví. Hablamos con esta compañera de la lanzadera Ruraltivity sobre cómo está viviendo la pandemia.

Empecemos por el principio, ¿por qué decidiste emprender?

Mi familia es de esta aldeíta cerca de Hellín. Hace poco más de un año yo vivía en Murcia y trabajaba en una oficina. Arrastraba tal estrés que llegó un momento en el que mi cuerpo se resintió y tuvieron que ingresarme en el hospital. Yo fui la primera sorprendida cuando los médicos me explicaron la razón de mi mala salud. Entonces decidí cuidarme y cambiar de vida. Por eso volví al pueblo de mi familia, no se me ocurría un lugar mejor para recuperar mi calidad de vida.

Al principio pensé que sería algo temporal. Pero como soy muy inquieta, a la semana de descanso ya estaba buscando nuevas actividades. Comencé un curso de educación ambiental y, rápidamente, me encontré buscando una idea de negocio que me permitiese seguir viviendo allí a la vez que dar vida al pueblo. Así surgió el sueño de montar una granja ecológica de huevos.

¿Cuándo diste el paso?

Cuando nos confinaron solo había dado unos primeros y tímidos pasos hacia la granja. Al cabo de unos días de encierro decidí que aquel parón nacional no me iba a parar a mí, sería mi oportunidad de enfocarme en la construcción sin ninguna distracción. Así que me puse manos a la obra y, con la ayuda de mi familia, cumplí mi propósito: montar una explotación avícola con materiales reciclados en la que viviesen las gallinas más felices del mundo produciendo huevos ecológicos de la mejor calidad. La gente pensaba que estaba loca, pero yo me siento orgullosísima de haber sido valiente y no hacerles caso.

¿Qué materiales reciclaste para construir la granja?

Lo que suele llamar más la atención son los tres remolques de camión que utilicé para albergar a mis gallinas. Puesto que eran refrigerados, están perfectamente aislados y mantienen genial la temperatura para mis chicas. Los coloqué en forma de ‘u’ para que fuese fácil cerrar la entrada durante la noche y protegerlas de los ataques de animales salvajes.

La granja está enfrente de las instalaciones de una antigua granja de conejos que tenían mis abuelos. La restauré y allí abrí una tienda de huevos y mi propia casa. El cambio ha sido espectacular y prácticamente el 90% de todo ello es reciclado. Con ingenio y buen gusto ha sido fácil idear un espacio muy acogedor. La gente se maravilla cuando le explico cómo aquello eran cuadras en ruinas.

Tengo que decir que la razón de reciclar no ha sido solo una cuestión económica. Para mí era algo lógico, quería ser lo más responsable posible en todas las fases del proyecto. De hecho, además de producir huevos también hago educación ambiental desde mi granja. Debido al coronavirus las visitas y actividades que organizo son de grupos ultra reducidos, pero quienes ya han visitado mi granja se ha ido concienciado y encantado, sobre todo los niños.

Lo peor del confinamiento ya ha pasado pero las medidas restrictivas continúan. ¿Cómo te afectan?

Me están haciendo muy difícil vender mis huevos. Llevo en funcionamiento desde septiembre y todo ha ido genial hasta hace poco. La mayor parte de mi producción se la llevaban restaurantes de alta calidad que encontraban en mis huevos ecológicos un producto a su altura. Mis huevos han estado incluso en una carta recomendada por la Guía Miguelín. Sin embargo, el cierre de la hostelería ha cerrado completamente esta vía. Para mí suponía entre el 75 y el 80% de las ventas, así que imagínate cómo está la cosa.

No quiero tirarlos, ya he donado más de seis mil huevos a la Cruz Roja y mil más a Llanero Solidario. Pero necesito encontrar una solución rápido porque los gastos de la explotación siguen siendo los mismos. De hecho, son mayores porque la semana pasada mi aldea estuvo aislada debido a Filomena y también nos quedamos tres días sin agua.

El panorama no es nada halagüeño, pero tiene que haber alguna salida. Siempre la hay.

Sí, la venta directa a consumidores. Mucha gente no es consciente de la fuerza que tienen con sus decisiones de compra. Detrás del consumo de cada persona está la verdadera democracia del día a día.

Yo produzco en ecológico, repueblo, hago venta directa… Mi negocio y mi vida son ejemplo de responsabilidad hacia el medio rural, pero necesito el apoyo de los consumidores para seguir luchando.

¿Cómo pueden apoyar a tu ecogranja?

Pueden valorar mi proyecto comprando mis huevos en mi tienda o en otros establecimientos donde están disponibles. Para quienes esto no sea una opción, pueden hacerme un encargo a través del formulario de contacto de mi página web granjaecologicavillada.com  o llamándome al 633 231 155 (también pueden enviarme un whatsapp a este número). Ahora tengo la docena en oferta, 4,5 €, y la media docena la he bajado a 2,25 €. Además, a partir de 10 docenas incluyo los gastos de envío.

Recommended Posts
Contacta con nosotras

Contacta con nosotras.

Not readable? Change text. captcha txt

Start typing and press Enter to search