Patricia Busquets, artesana: “Puede ser una salida para no abandonar nuestras zonas rurales”

A pesar de haber nacido en Madrid, Patricia Busquets Berrocal (32 años) prefiere vivir en un pueblo. Es en este escenario donde puede vivir más intensamente su amor por la naturaleza, el mismo que inspira su obra de fieltrado con aguja (felting) en el que predominan las figuras de animales. Pero esto ha dejado de ser el centro de su negocio de artesanía, recientemente ha decidido ampliarlo ofreciendo formación sobre esta técnica poco conocida en España. Para emprender este cambio, Patricia ha encontrado la compañía de FADEMUR.

Tu infancia ha saltado entre la ciudad de Madrid y pueblos de las provincias de Valencia y Alicante. ¿Por qué de mayor has continuado viviendo en un pueblo?

Cuando era pequeña viví en los pueblos en los que a mis padres les salía trabajo. Ahora, que ya puedo elegir yo, me gusta más esta opción que la de una ciudad. Desde hace algunos años vivo en La Nucia (18.624 habitantes, Alicante). Me gusta salir al campo, el contacto con los animales y que haya menos gente pero que puedas crear vínculos más estrechos. Por esto, por naturaleza y tranquilidad, me siento mejor en los pueblos.

¿Recuerdas el momento concreto en el fuiste consciente de que vivir en un pueblo era una decisión?

Hace años viví en Benidorm, que es un pueblo pero parece una ciudad pequeñita. Allí estuve trabajando unos cuantos años y aquello tenía más que ver con el estrés y la ansiedad de vivir y trabajar en la ciudad. Ahí es cuando decidí irme a vivir a un pueblo más al interior y más de montaña.

¿Coincidió el traslado con el comienzo de tu emprendimiento?

Sí, bueno, fue el momento en el que empecé a aprender la técnica de fieltrado con aguja. Al ver que me gustaba y se me daba bien, en 2015 ya me lancé a dedicarme a esto y hasta ahora.

¿Cómo fueron tus primeros pasos como artesana de fieltrado con aguja?

Aprender la técnica fue complicado, lo tuve que hacer de manera autodidacta porque no es muy conocida en España y cuando yo empecé no se conocía en absoluto. Así que a base de prueba y error fui aprendiendo. Por esa misma razón también me costó mucho encontrar los materiales.

Más allá de la técnica, tampoco encontré ninguna ayuda para emprender -al principio necesitaba sobre todo ayuda económica- por lo menos yo no he encontrado ninguna en la Comunidad Valenciana. Hasta dar con Ruraltivity no había encontrado nada para formarme y crecer.

Para vender, me creé una cuenta en Etsy, una página de artesanía que se mueve especialmente a nivel internacional. Todos estos años he vendido a través de esa web y mis clientes son, principalmente, de Europa y Estados Unidos, aunque también he vendido en otros países, incluso a Australia se han ido mis piezas.

¿En qué punto estás ahora?

Ahora quiero hacer el cambio de negocio, quiero enseñar a otras mujeres porque me he dado cuenta de que a ellas les suele tirar más la artesanía. A esta nueva línea la llamo ‘Fieltra con Patricia’. Por lo menos en mi experiencia, las mujeres son más creativas. Además, en las zonas rurales muchas mujeres no trabajan fuera de casa y creo que la artesanía puede ser una oportunidad para que tengan una vida laboral en sus pueblos sin que interfiera en su vida familiar y viceversa.

¿Cómo estás pensando en sacar adelante esta ampliación de tu negocio?

Quiero ofrecer la formación tanto online como presencialmente. Me gustaría hacer talleres presenciales en los pueblos que tengo cerca. Para eso tengo que hablar con los Ayuntamientos. Espero que me cedan algún espacio. Para la formación online, he pensado en hacer una especie de kit que contenga todo el material necesario para empezar este arte, así como materiales, tutoriales, enlaces, talleres online…

Ahora mismo lo que estoy haciendo es formarme en emprendimiento, porque, aunque he estado muchos años vendiendo mis figuras, no tenía ni idea de cómo emprender de una manera más seria.

También estoy empezando a preparar los talleres que impartiré, diseñando las figuras que voy a enseñar, creando los tutoriales y buscando proveedores, porque tengo un proveedor de Polonia. Estoy buscando algún proveedor que sea español porque me gustaría hacer un producto cien por cien nacional e incentivar la producción de lana sostenible en España porque mucha lana en nuestro país se deshecha ya que no merece la pena venderla.

Y en este momento tan emocionante, este punto de inflexión para tu proyecto, has entrado en la lanzadera Ruraltivity. ¿Cómo conociste FADEMUR?

Encontré la organización por Google mientras estaba buscando ayudas para emprender. Envié un correo y empecé a hablar con Inmaculada, una de las profesionales que acompañan a las emprendedoras.

¿Qué es lo que esperas de Ruraltivity?

Que me ayude en ciertos aspectos en los que estoy un poco verde. Por ejemplo, me estoy creando una página web y ya he hablado con Inma sobre cómo enfocarla.

También quiero que me asesore en cómo orientar mi modelo de negocio y cómo darlo a conocer a través de las redes sociales, utilizar otras herramientas de marketing… Y espero que me ayuden a llevar mis finanzas.

¿Dónde ves a tu proyecto y a ti misma dentro de cinco años?

Me encantaría tener una escuela, la primera en España, y en el futuro que se convirtiese en un punto de referencia en el fieltrado con aguja.

¿Qué le dirías a una mujer que está pensando emprender en un pueblo? 

Le diría que encuentre su pasión y que se apasione por su pueblo. La artesanía puede ser una salida para no abandonar nuestras zonas rurales. Yo animo a las mujeres a creer en sí mismas y atreverse a luchar por su independencia económica y formar su propio negocio.