Susana Ferreira, impulsora del festival FRE2JAZZ: “Creo que sin ellas no habría dado el paso”
Independientemente de dónde hayan nacido las artistas, sus carreras suelen arrancar en una gran ciudad. Sin embargo, Susana Ferreira, cantante y compositora conocida como Shue Ferreira, quiso lanzar en su pueblo natal, El Barco de Ávila (2.368 habitantes), el proyecto musical de su vida: una plataforma cultural que cuenta con un evento destacado, el festival GRE2JAZZ que este año celebrará su segunda edición entre el 29 y el 31 de julio.
¿En qué momento y por qué decidiste emprender en tu pueblo?
Antes había dado tumbos por otras ciudades, había vivido en Donosti, Ávila y Salamanca, siempre compaginando la música con trabajos en hostelería que me permitían vivir.
Sin embargo, yo quería vivir con mi hija en donde crecí, quería dedicarme a la música y abrir oportunidades para que las futuras artistas no se encontraran, como yo, con las trabas que supone que el medio rural tenga el sector cultural olvidado.
Por eso volví a mi tierra y me instalé en Los Llanos de Tormes, un pueblo junto a El Barco de Ávila, e intenté solucionar esto emprendiendo una plataforma cultural rural.
¿Cómo fueron los primeros pasos?
Me di de alta como autónoma en julio de 2020, en plena pandemia. Tras organizar varios eventos bajo todas las restricciones posibles y a cielo descubierto, en 2021 decidimos contribuir a reactivar la economía con la primera edición del festival GRE2JAZZ que atrajese un público internacional y visibilizase nuestros pueblos. Lo conseguimos y fue un éxito, en tres días asistieron alrededor de 1.200 personas. Imagínate, ¡Barco de Ávila tiene poco más de 2.300!
Ahora estamos inmersas en la organización de la segunda edición que celebraremos el último fin de semana de julio y que supone mucho más que conciertos de jazz, tiene otras actividades, exposiciones de arte, un mercado de artesanía y talleres de música.
Las entadas para GRE2JAZZ ya se pueden comprar en www.gre2jazz.com. También se podrán físicamente en un punto de información que instalaremos en la antigua cárcel de El Barco de Ávila durante los días de celebración del festival (del 29 al 31 de julio).
Estoy emocionadísima porque contaremos con grandes representantes del jazz de nuestro país y este año no habrá tantas restricciones como el pasado: podremos contar con barras para servir comida y bebida, no habrá toque de queda, también podremos celebrar pasacalles musicales que el año pasado no estaban permitidos, la acomodación del público durante los conciertos será mucho más sencilla y, después de ellos, contaremos con DJ. Hay mucha expectación por todo ello.
¿Cuáles son los principales problemas con los que te has encontrado a la hora de poner todo en marcha?
Organizar eventos no es fácil, tienes que estar lista para solucionar problemas que surgen a cada paso. Pero lo más difícil han sido los impedimentos sistemáticos del padre de mi hija a mi desarrollo laboral. Ha incumplido las visitas cada vez que yo publicaba cualquier concierto, evento o actividad que tiene que ver con mi trabajo y que, evidentemente, necesitaba publicitar. La falta de justicia y la lentitud de ésta ha sido desesperante.
Por otra parte, también me supone una dificultad cada vez que infravaloran la cultura en general y mi trabajo. La música está vista como un pasatiempo y a mí se me ha tachado de vaga por dedicarme a ella independientemente de las horas que le dedicase.
¿Cómo es el espíritu emprendedor en tu pueblo, eres una “bicha rara” en él?
No soy una bicha rara, o sí -ríe-. Lo que sí es cierto es que al tratarse del sector cultural y no ser un número uno, ni viral ni nada, solo ser una persona a la que le gusta dedicarse al arte, hay quienes me han criticado. Pero también hay quienes han agradecido enormemente nuestro trabajo y nos han felicitado por él. Yo sigo por unos y otros puesto que la música beneficia a todos, incluso a quienes no son conscientes de esto.
¿Conocías a FADEMUR antes de participar en la lanzadera de emprendimiento?
No, pero en cuanto las conocí me enamoré de su iniciativa y desde entonces me apunto a lo que sea con ellas, han sido y son un acompañamiento brutal en mi desarrollo, tanto en la parte emprendedora como en la parte personal.
¿Cómo ha ayudado Ruraltivity a tu proyecto?
Siempre me han apoyado en todo lo que ha estado a su alcance dentro de las limitaciones que puedan tener por cuestiones de recursos. Me han acompañado, me han asesorado y me han hecho sentir que formo parte de un equipo, de una red de mujeres rurales de todas partes de España… Creo que sin ellas no habría dado el paso para hacer de mi pasatiempo, como algunos lo veían, mi empleo y proyecto de vida.
¿Dónde ves a tu proyecto y a ti misma dentro de cinco años?
Si todo sigue como hasta ahora, esperamos estar organizando la séptima edición del festival GRE2JAZZ, que para entonces haya ido aumentando su renombre internacional. También esperamos haber aumentado el número de alumnos y alumnas, y habernos convertido en un lugar de referencia en lo que a formación musical y artística se refiere.
En cuanto a mí, me veo viviendo en mi prado, con mis caballos y mi familia, componiendo canciones, cantando y organizando eventos con la misma ilusión, tanto en mi zona como en diferentes zonas rurales que puedan resurgir gracias a este tipo de iniciativas.
¿Has tenido ocasión de establecer sinergias con alguna compañera de FADEMUR más allá de la camaradería?
Si, en el mercado de artesanía del festival GRE2JASS participarán algunas compañeras emprendedoras de FADEMUR. Una de ellas es la coordinadora de este mercado.
De esta forma, el festival cuenta con un atractivo extra para el público que quiere sumergirse en el medio rural y sus productos y ellas tienen un escaparate y punto de comercialización.
¿Qué le dirías a una mujer que tiene un sueño?
Que perdedora que no se rinde es ganadora segura. Que siga soñando, dormida y despierta, y que de los sueños que no se cumplen se aprende.