“Súmate para no restar” contra el despoblamiento

La organización ha lanzado recientemente «Suma’t per no restar» (“Súmate para no restar”), una iniciativa recogida en sumatpernorestar.com  y que quiere recabar el apoyo de la sociedad y las instituciones a un conjunto de quince medidas para revertir el proceso de envejecimiento y despoblamiento de las  zonas rurales. De momento ya han conseguido un respaldo popular de más de 35.000 personas que, con su firma en la web de “Súmate para no restar”, proponen a las distintas Administraciones Públicas tomar las medidas básicas de actuación:

1.- Dotar de una cobertura sanitaria básica, haciendo especial hincapié en el servicio de pediatría. Se hace necesario trazar planes que garanticen la cobertura total de los servicios públicos más prioritarios en nuestros municipios rurales. Siendo la sanidad básica uno de éstos, consideramos preferente la prestación de pediatría como vínculo con la vivacidad del municipio.

2.- Garantizar el mantenimiento de los centros educativos en los municipios rurales. Así como la sanidad, la educación sería otro servicio público prioritario si queremos atraer a nuevos pobladores, fijar a los residentes ya asentados y revertir el proceso de envejecimiento que padecen nuestras localidades más rurales.

3.- Adecuación y mejora de las infraestructuras. La conservación, arreglo y creación de las infraestructuras de acceso es esencial si no queremos aislar más aún a muchos de nuestros municipios rurales, sobre todo, aquellos que localizamos en las regiones más interiores. Unas óptimas vías de comunicación garantizarán y favorecerán la seguridad, el desarrollo económico y el mantenimiento de la población.

4.- Ampliación de los servicios de transporte público. Se considera prioritario activar planes de movilidad inter e intramunicipal en muchas de las áreas de mayor ruralidad de nuestra Comunidad. Los accesos a muchos de los servicios básicos son quebrantados por la falta de un transporte público de garantías, siendo los más afectados por esa carencia nuestros mayores y jóvenes.

5.- Garantizar el acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. La brecha digital es una anomalía endémica de muchas de nuestras regiones rurales. Este servicio es más que imprescindible considerando los nuevos modelos comerciales y laborales de nuestra era. Sin un acceso de calidad a las nuevas tecnologías, el mundo rural carecerá de competitividad, información, acceso a servicios telemáticos y de ocio, etc.

6.- Asegurar la presencia de los servicios bancarios básicos. Al igual que muchos otros servicios, la exclusión financiera que sufren muchos municipios rurales debido al abandono por parte de bancos y cajas, produce una discriminación para la población de estos pueblos. La instalación de cajeros automáticos en las dependencias municipales o la presencia de cajeros itinerantes sería una solución viable a esta anomalía.

7.- Establecer bonificaciones fiscales a las empresas que se instalen en las zonas rurales. Con el objetivo de que el medio rural se convierta un ecosistema atractivo para nuevas empresas y autónomas/os, se propone el establecimiento de ayudas o deducciones a quienes apuesten por instalar su actividad en este entorno, permitiendo avivar el desarrollo económico de estos pueblos.

8.- Simplificación y unificación de los trámites administrativos. La implantación de esta medida evitaría gastos innecesarios de desplazamiento y facilitaría el desarrollo de empresas, dado que el exceso de trámites administrativos y el desconocimiento de los mismos frenan muchas de las iniciativas rurales que se ven trabadas por la inseguridad de las personas impulsoras de lograr su objetivo por este motivo.

9.- Descentralización de entidades administrativas y organismos públicos. Necesitamos acercar a la ciudadanía de los municipios alejados de las ciudades los servicios y trámites administrativos. Sin una red de transporte público suficiente, con responsabilidades familiares difíciles de delegar por falta de servicios y con un coste añadido por el desplazamiento excesivo, vemos adecuado que la administración y organismos públicos faciliten los trámites aprovechando las instalaciones municipales y la tecnología de la que ya disponemos.

10.- Habilitar aulas itinerantes para el acceso a cursos de formación certificada. Dentro de los muchos procesos de descentralización, mediante esta actuación ofreceríamos un impulso para que la población autóctona de los pequeños municipios dispusiese de mayor oferta formativa con el objetivo de provocar mayor dinamización de la economía y del emprendimiento local. Haciendo hincapié en aquellas actividades con mayor potencialidad en estos territorios como las vinculadas a bienestar social, agroalimentación, silvicultura, etc.

11.- Realizar una planificación estratégica del territorio para conocer sus potencialidades. La ciudadanía, tanto autóctona del medio rural como del urbano, desconoce las oportunidades que ofrece la diversidad del territorio de nuestra Comunidad. Requerimos el estudio de las potencialidades de dicha diversidad, dentro del marco de la sostenibilidad, para que sirvan de referente sólido a las iniciativas de creación de actividad económica que aumentarían la población, crearían puestos de trabajo estables y dinamizarían nuestros pueblos.

12.- Impulsar la creación de cooperativas rurales u otras fórmulas asociativas de servicios de proximidad. Para dar respuesta a las necesidades de las personas que viven en los pueblos, en los que el grado de envejecimiento es cada día mayor, queremos que sus habitantes gocen de una mejor calidad de vida sin tener que abandonar su entorno. Apostamos por un modelo sostenible, derivado de la Ley de Dependencia. Un modelo que permita la creación de puestos de trabajo de garantía para quien lo desarrolle y conforme a ley y, a su vez, que mejore sustancialmente el trato personalizado a las personas usuarias, consiguiendo un envejecimiento activo más eficaz.

13.- Proteger la red de comercio local. Necesitamos una regulación más proteccionista con el comercio local de las áreas rurales en riesgo de despoblamiento. Especialmente deben considerarse básicas algunas actividades como supermercados, bares, farmacias, peluquerías, etc., sin las cuales la población tiene la necesidad de desplazarse a otras poblaciones con estos servicios.

14.- Recuperación y promoción de oficios tradicionales. Para revertir la pérdida que se está produciendo de nuestros oficios tradicionales, que suponen además un valor añadido, un arraigo cultural y una diversificación del tejido empresarial, es necesaria la recuperación de los mismos apostando por una formación profesional adecuada.

15.- Promoción y profesionalización del turismo rural. Siendo el sector turístico uno de los pilares sobre los que se asienta el desarrollo económico del mundo rural, sería necesario facilitar tanto a emprendedores como a trabajadores el acceso a una formación más actualizada y con mejores herramientas con el fin de profesionalizar este colectivo. A su vez, es necesario potenciar el conocimiento de las bondades que nuestro territorio rural ofrece