Una joven canaria, ganadora del concurso de Fademur para bautizar a su nueva plataforma de emprendedoras
La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) ha elegido el trabajo de una joven de Tenerife como ganadora de su concurso para seleccionar el logotipo y el nombre del proyecto que la organización presentará próximamente: una lanzadera de emprendimiento rural. La ganadora viajará a la península el próximo día 27 para presentar oficialmente el logotipo durante el XI Encuentro de Cooperativas y Emprendedoras Rurales.
La organización progresista de mujeres rurales, Fademur, ha hecho público el fallo de su concurso para elegir el logotipo y el nombre de su nueva lanzadera de emprendimiento rural. La ganadora es Beatriz Palmés, una joven de 29 años, abogada, emprendedora y actualmente desempleada y residente en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife).
El jurado de Fademur ha declarado sentirse “cautivado desde el primer momento por la energía que desprende el trabajo presentado por Beatriz”, que se compone de un nombre para la lanzadera, Ruraltivity, y un logotipo. Este último será presentado el próximo 27 de febrero durante el XI Encuentro de Cooperativas y Emprendedoras Rurales que se va a celebrar en Talavera de la Reina (Toledo).
A dicho encuentro asistirán 150 mujeres rurales procedentes de toda España, así como la joven ganadora del concurso, quien podrá conocer de primera mano el tipo de trabajo que Fademur desarrolla en todo el territorio y el perfil de mujeres que se verán beneficiadas con la lanzadera de trabajo.
Beatriz Palmés ha vivido prácticamente toda su vida en La Laguna (Tenerife). Aunque su familia procede de un pueblo y tiene algunas tierras, su vida está lejos del medio rural. Sin embargo, la historia de Beatriz representa a Fademur mejor de lo que a primera vista parece. Sabe bien lo que es la falta de oportunidades para conseguir un sueño, de tomar las riendas de su propio destino y de tejer una red con otras mujeres de su alrededor. “Más de la mitad de mi vida he querido ser letrada. Nunca pensé que iba a ser tan complicado ejercer y vivir de mi profesión”, cuenta. Por eso, después de mucho tiempo sin encontrar un empleo, decidió emprender su propio proyecto con una amiga: una asesoría contable y jurídica para ONG y cooperativas.