El Anuario de la Agricultura Familiar 2023 recoge los avances del feminismo rural durante el último año
Durante el último año, la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) ha cumplido la mayoría de edad; dieciocho años luchando por ver cumplida su misión: un mundo rural en el que las mujeres se desarrollen en igualdad con los hombres y en el que haya las mismas oportunidades que en el medio urbano. Para lograrlo, FADEMUR ha redoblado su apuesta por la digitalización, la innovación social y los nuevos nichos de mercado y trabajo.
En cuanto a los problemas estructurales que afectan a las mujeres rurales contamos con información reciente, en dos informes que destacan por su buen reflejo de este problema: el ‘Diagnóstico de la igualdad de género en el medio rural 2021’ publicado en julio y el informe ‘Ayudas Directas y Desarrollo Rural: Análisis de la edad y el sexo de los perceptores a nivel nacional y por comunidades autónomas 2020’ publicado en agosto.
El ‘Diagnóstico de la igualdad de género en el medio rural 2021’ fue lanzado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en julio de 2022, recoge la situación sociodemográfica y detalla la desigualdad entre hombres y mujeres en el mercado laboral del medio rural, los usos del tiempo, la percepción de la calidad de vida y la influencia de los estereotipos.
El medio rural sigue siendo grande en extensión, pequeño en población, masculinizado y envejecido. Ocupa el 84,5% del territorio de España, una superficie de más de 426.000 Km2. Son 6.694 municipios, el 83% del total. En ellos vive, según el Ministerio, el 17,6% de la población total española, el 51% son hombres y el 49% mujeres. La masculinización de la población rural es mayor según crece el grado de ruralidad. Además, es pronunciada en franjas en edad de trabajar, aunque las tornas cambian en los grupos de edad superior a los 65 años.
El informe indica que las mujeres rurales están sobrecualificadas. En este sentido, ellas están más de 7 puntos por encima de los hombres entre los 35 y los 49 años, y más de 14 entre los de 20 a 34 años. A pesar de su alta preparación, su acceso al mercado laboral es menor. En el entorno rural, poco dinámico y marcado por la segregación horizontal y vertical del trabajo por razones de sexo, las mujeres soportan un 38,4% de tasa de inactividad frente al 15,1% de los hombres.
Aquellas mujeres rurales que trabajan tienen peores condiciones, están sobrerrepresentadas en los ingresos entre 400 € y 1.000 €, en los contratos temporales, los fijos-discontinuos y en las jornadas parciales, mayoritariamente presentes en las posiciones inferiores de la jerarquía laboral. Además de ver mermado su crecimiento por fuertes techos de cristal, también están concentradas en el sector servicios, el cual emplea al 78,5% de las que trabajan.
FADEMUR explica que este panorama está detrás de que las mujeres rurales sean cada vez más emprendedoras puesto que construir el trabajo propio se convierte, en muchas ocasiones, en la única salida. A pesar de que el empresariado rural también es predominantemente masculino, el Ministerio dice que ellas suponen el 23,8% de las y los trabajadores autónomos de los pueblos.
El Diagnóstico también evalúa cómo impactan en las mujeres las deficiencias de oportunidades y servicios de sus pueblos. Ausencias como líneas de transporte público, conexión a internet de calidad, servicios de atención a personas dependientes, centros educativos suficientes, servicios sanitarios y alternativas de ocio y cultura, tienen consecuencias en la vida de las mujeres, provocando una sobrecarga de tareas de cuidados y limitando su acceso a trabajos o formación. Así es que las mujeres de los pueblos dedican más tiempo al cuidado familiar que los hombres (un 60,64% frente a un 39,36%), al igual que invierten casi el triple de tiempo que ellos en realizar tareas domésticas (un 67,13% frente a un 32,87%).
Por último, FADEMUR señala que el Diagnóstico del Ministerio ignora una cuestión trascendental: la violencia machista en el entorno rural. Esta es, en opinión de la Federación, otra evidencia del desinterés de las instituciones en este campo. La organización lleva años pidiendo a los organismos que profundicen en el análisis de esta lacra en el medio rural, pero hasta el momento ha sido desoída. En por ello que los únicos datos actualizados disponibles en este sentido son, un año más, los recogidos en el ‘Observatorio de violencia de género en el medio rural’ de FADEMUR.
Desde julio de 2022 hasta junio de 2023, el Observatorio de FADEMUR ha registrado un total de 49 víctimas de violencia machista en España, siendo 47 de ellas mujeres y 2 niñas menores. 13 de las víctimas eran mujeres rurales que vivían en pueblos de menos de 20.000 habitantes.
Detrás de estas cifras están la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia machista cuando se encuentran en un entorno rural. Tal y como reveló el estudio realizado en 2020 por FADEMUR con el Ministerio de Igualdad en cumplimiento del Pacto de Estado -el único realizado hasta el momento-, esta violencia está más asociada en los pueblos a la esfera privada y, por tanto, es más invisible. El informe de FADEMUR también reveló que en el medio rural las relaciones de maltrato se prolongan más que en las ciudades, y en todo ello tiene mucho que ver, además del arraigo de los estereotipos, la menor disponibilidad de recursos de atención y ayuda en los pueblos.
Situación de las mujeres en el sector agrario
En cuanto al sector agrario, el último análisis realizado sobre las personas perceptoras de las ayudas de la PAC (Política Agraria Común) hace visible la desigualdad que sufren las mujeres en él. Bajo el título ‘Ayudas Directas y Desarrollo Rural: Análisis de la edad y el sexo de los perceptores a nivel nacional y por comunidades autónomas 2020’, fue publicado por el FEGA (el Fondo Español de Garantía Agraria) el pasado mes de agosto y a pesar de que muestra una reducción del 2% en la diferencia entre el número de hombres y mujeres perceptores de ayudas directas de la PAC en comparación con los datos de 2012, revela que la situación todavía está muy lejos de ser igualitaria.
En concreto, en 2020 las mujeres solo alcanzaron el 27,26% del total de las ayudas directas abonadas a personas físicas si bien suponen un 37,36% del número total de beneficiarios. En FADEMUR extraen dos conclusiones. Por un lado, las mujeres tienen menos explotaciones en comparación a los hombres, lo que implica una presencia menor en la toma de decisiones empresariales en este sector. Por otro, las explotaciones de las mujeres son más pequeñas, por lo que reciben menos ayudas, son menos rentables y son más débiles a la hora de afrontar periodos de crisis.
Para terminar, el caso de las ayudas del segundo pilar de la PAC, las destinadas al desarrollo rural, en 2020 las mujeres recibieron el 26,65 % de los importes, aunque suponían el 31,08% del número total de las personas físicas beneficiarias.
Además, FADEMUR también señala la titularidad compartida como figura jurídica indicadora del avance de la visibilidad del trabajo de las mujeres en el campo y de su participación en la toma de decisiones en las explotaciones agrarias.
En este sentido, la organización señala que dos registros autonómicos siguen teniendo cero explotaciones con titularidad compartida en junio de 2023: el de la Comunidad de Madrid y el de Islas Baleares. También cabe destacar que la provincia de Tarragona está en esta situación. En cuanto a los territorios con más explotaciones en este régimen, Castilla y León (con 546) y León (con 184) son la comunidad autónoma y la provincia a la cabeza en número de explotaciones de este tipo. Las notables diferencias entre regiones son un claro ejemplo de los desequilibrios del mundo rural en materia de igualdad.
Últimos avances legislativos del feminismo rural
Uno de los logros conseguidos antes de la publicación del último Anuario está siendo implementado, precisamente, estos meses de solicitud de las ayudas de la PAC. Impulsado por FADEMUR, el Gobierno español había promovido que el Parlamento Europeo aprobase la inclusión de la perspectiva de género en la PAC, que en nuestro país se ha traducido en una ayuda directa a las explotaciones con mujeres al frente.
En los primeros meses de 2023, las mujeres también han conseguido la aprobación del Estatuto de la Mujer Rural y del Mar en Galicia, así como el proyecto de Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Aragón. No obstante, ambos han tenido un sabor agridulce.
Tras una tramitación opaca del Estatuto en Galicia, el texto final, presentado el pasado mes de junio, ha sido calificado de superficial y carente de propuestas concretas por FADEMUR Galicia. Esta organización, junto con otra representativa de las mujeres del sector pesquero gallego, Mulleres Salgadas, han denunciado juntas a la Xunta por despachar las necesidades de sus colectivos en unas genéricas 12 páginas, obviando que tienen realidades diferentes que deben ser atendidas con rigor y de manera individual.
Por su parte, el proyecto de Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Aragón fue aprobado el pasado mes de marzo con el consenso de las asociaciones de mujeres y organizaciones que trabajan en el medio rural y contaba con el beneplácito de la mayor parte de los grupos políticos con representación en las Cortes de Aragón. En el texto destaca, precisamente, uno de los puntos echados en falta en el texto gallego: la representación paritaria de las mujeres en las asociaciones y organizaciones profesionales o empresariales que operan en el medio rural. Sin embargo, el proyecto podría quedarse en un cajón con la entrada del nuevo Gobierno autonómico tras el resultado de las últimas elecciones autonómicas celebradas en la región el 28 de mayo.
Principales reivindicaciones de las mujeres de los pueblos
Si bien las diferentes asociaciones de la Federación trabajan por lograr el reconocimiento de los derechos de las mujeres rurales en aquellas regiones donde todavía no se dispone de una norma para ello, lo cierto es que FADEMUR ha llevado una intensa campaña para lograr un Estatuto de Mujeres Rurales a nivel nacional.
En la organización preocupan las diferentes velocidades a las que avanza la igualdad en todo el país, especialmente aquellos lugares en los que está en retroceso, por lo que quiere un Estatuto que sirva de paraguas para todas las mujeres independientemente de la región en la que se encuentre su pueblo y el color del partido que gobierne en cada momento.
FADEMUR ha dedicado a esta demanda sus celebraciones más emblemáticas del último año, el Día Internacional de las Mujeres Rurales (el 15 de octubre) y el Día Internacional de las Mujeres (el 8 de marzo). La organización ha pedido que el Estatuto recoja, al menos, los siguientes cinco puntos:
■ Que asegure que todos los Gobiernos seguirán utilizando la PAC en el futuro como herramienta en la búsqueda de la igualdad y que garantice que los Gobiernos autonómicos siempre llevarán a pie de campo las medidas dirigidas a las mujeres.
■ Que facilite la Titularidad Compartida para continuar visibilizando el trabajo de las mujeres del sector agrario y termine con las diferencias regionales en el número de explotaciones registradas en este régimen.
■ Que profesionalice los cuidados, que las mujeres que los ejerzan obtengan una remuneración y vean reconocidos sus derechos, a la vez que dé garantías de que los servicios llegan a las y los habitantes de los pueblos.
■ Que mejore la participación de las mujeres rurales en la esfera pública y privada, para lo que FADEMUR propone tomar el ejemplo del Estatuto de las Mujeres Rurales que ya existe en Castilla-La Mancha, el cual vincula la obtención de presupuesto público a la participación equilibrada de las mujeres en las entidades.
■ Que dedique más atención y recursos para evitar la violencia machista en los pueblos, que ayude a extender la red de espacios seguros contra esta lacra y que impulse la sensibilización del conjunto de la sociedad y las empresas.
La Federación también ha dedicado el último año a luchar por la Agenda 2030 a través de sus programas. Asimismo, promueve los proyectos de mujeres rurales vinculados a los diferentes ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la ONU).
Además, a finales de febrero la Federación, a través de su presidenta, se adhirió a una coalición por la proclamación de un ODS 18 en favor de la protección del cielo y el acceso a la luz de las estrellas. Se calcula que el 85% de la población mundial ya vive bajo cielos sin estrellas, con consecuencias negativas como el derroche de energía, el aumento de las emisiones y el cambio climático, la afección a la biodiversidad (el 60% de las especies son nocturnas) y la alteración de los ciclos biológicos y la salud de las personas.
Actividad de las mujeres rurales de FADEMUR
En cumplimiento de su misión -trabajar con las mujeres rurales mejorando su calidad de vida desde la reivindicación de sus necesidades, la defensa de su papel ante toda la sociedad y la creación de oportunidades para ellas- FADEMUR desarrolla numerosos programas de ámbito nacional y autonómico, muchos de ellos continuando este año la labor comenzada en años anteriores. Dividiendo estos programas entre las principales áreas de trabajo de la organización –emprendimiento e inserción laboral, cuidados y violencia- se resumen a continuación los más destacados.
I. Mejora de la situación laboral de las mujeres
En el área de emprendimiento, FADEMUR ha continuado desarrollando su lanzadera de emprendimiento rural Ruraltivity gracias al apoyo que recibe del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y la Fundación PepsiCo. El pasado 14 de junio, durante el VI Encuentro Ruraltivity, la Federación hizo balance del último año de la lanzadera, revelando que por primera vez superaba la barrera de los 400 emprendimientos impulsados. Concretamente, FADEMUR está impulsando 409 proyectos de emprendimiento rural a través de Ruraltivity. Éstos están repartidos por 309 pueblos de doce comunidades autónomas. Cabe destacar que casi el 60% de los negocios de Ruraltivity tienen lugar en pueblos de menos de 5.000 habitantes y el 20% de las emprendedoras participantes en la lanzadera son menores de 35 años.
Si dividimos los emprendimientos inscritos en Ruraltivity por sectores, principalmente se desarrollan en el sector agroalimentario (23,47%) y la artesanía (20,29%). Aunque también participan de muchos otros sectores, desde FADEMUR destacan aquellos dedicados al de ocio, cultura y deporte (5,87%), así como el de educación y formación (2,93%), por lo importantes que son para la vertebración del territorio y la reducción de la brecha de derechos entre las comunidades urbanas y las rurales.
Por último, si atendemos al tipo de emprendimiento, más del 43% son emprendimientos verdes, más del 25% son emprendimientos sociales y casi el 14% son de economía circular.
Por otra parte, la organización ha continuado con el impulso del cooperativismo entre las mujeres rurales. Para ello, durante el último año ha puesto en marcha el programa ‘Cooperativas Rurales de Servicios de Proximidad’. Con él la organización retoma el trabajo de formación de mujeres rurales que venía desarrollando y lo completa con el posterior asesoramiento en los pasos a seguir para formar una cooperativa en sus pueblos ofreciéndoles, además, la oportunidad de que opten a tres ayudas de 5.000 € cada una para la creación de sendas cooperativas.
Por último, otra novedad del trabajo de FADEMUR durante el último año es el ‘Plan Allen Rural’, el ambicioso programa con el que la Federación se propone mejorar la situación laboral de mil mujeres rurales y, a la vez, mejorar la sostenibilidad del sector agroalimentario.
Este nuevo programa es posible gracias al apoyo de IKEA a FADEMUR y otras tres organizaciones no lucrativas (WWF, ASHOKA y COTEC) en un plan mayor denominado por la compañía sueca ‘Plan Allen’. Para la empresa, el objetivo de elegir y apoyar a estas cuatro organizaciones es ayudar a la recuperación económica y social del conjunto del país tras unos años exigentes debido a la pandemia, las consecuencias de la guerra de Ucrania y el cambio climático.
Concretamente, el Plan Allen Rural de FADEMUR busca empoderar a las mujeres y potenciar la sostenibilidad de las producciones rurales. Para ello, ayuda a las explotaciones de mujeres rurales a implementar cambios hacia lo ecológico, diversificar su oferta y digitalizar sus procesos.
Además, Plan Allen Rural incluye una escuela itinerante de pilotaje de dron para mujeres rurales, la escuela ‘FADEMUR vuela’, que está recorriendo diez comunidades autónomas para formar en sus pueblos una promoción de 500 mujeres rurales pilotas de drones con diversas aplicaciones.
II. Envejecimiento saludable de la población y reducción de la sobrecarga de cuidados
Para afrontar la sobrecarga de cuidados que normalmente asumen las mujeres, FADEMUR desarrolla algunos programas que buscan el envejecimiento saludable de la población rural. Para la organización, destaca ‘Cuidándonos para un futuro mejor’, el cual viene años desarrollando y que cuenta con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Durante los últimos meses de 2022, ‘Cuidándonos para un Futuro Mejor’ logó llevar sus actividades a pueblos tan alejados como Agulo, en La Gomera, o pequeños como Rebollar, un municipio de Cáceres que cuenta con una población de apenas 200 habitantes. Además de Canarias y Extremadura, FADEMUR también ha llevado este programa a La Rioja, Castilla y León y Castilla-La Mancha.
En ese período, más de 250 personas participaron en los talleres de ‘Cuidándonos para un futuro mejor’. Además, las responsables del programa también consiguieron proporcionar material de apoyo directo a más de 300 familias y personas cuidadores no profesionales.
Durante 2023, FADEMUR está potenciando la perspectiva intergeneracional del programa. Sus responsables explican que no es posible fomentar la inclusión plena de la población de personas mayores si la sociedad sigue compartimentando y dividiendo los distintos colectivos. Al continuar realizando actividades pensadas sólo para la población mayor, se la estará excluyendo de todos los demás.
III. Lucha contra la violencia machista
El principal programa de FADEMUR para luchar contra la violencia contra las mujeres es ‘Cultivando Igualdad’, para el que la organización cuenta con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y el Ministerio de Igualdad.
Durante los últimos meses de 2022, FADEMUR formó a 1.241 personas en numerosos talleres de ‘Cultivando Igualdad’ dirigidos a diferentes colectivos. En concreto, celebró 40 talleres dirigidos a población adulta rural en los que participaron personas; en los 20 talleres dirigidos a adolescentes participaron 371 jóvenes; en los 13 talleres parar profesionales de atención a las víctimas desde diversos ámbitos participaron 150 personas; y en los 8 talleres destinados a población rural mayor de 65 años, han participado 126 personas.
Además, en 2022 fueron 17 las entidades que se sumaron a la Red de Espacios Seguros contra la Violencia de Género en el Medio Rural, alcanzando las 508 ubicaciones.
En 2022, FADEMUR lanzó un nuevo spot contra la violencia machista en el marco de ‘Cultivando Igualdad’. En esta ocasión, desde la organización han querido dirigir el vídeo al público más joven y poner el foco en el cruce de la violencia con las nuevas tecnologías.
Como novedades, 2023 ha traído para ‘Cultivando Igualdad’ talleres dirigidos exclusivamente a población masculina y un mayor número de actividades con la infancia.