La PAC que ignora a las mujeres rurales

La Política Agraria Común (PAC) solo tiene de femenino su determinante artículo y es que en sus más de cincuenta años de historia jamás se ha implementado una PAC con perspectiva de género. Es una muestra muy gráfica de que Bruselas no pasa de las palabras bonitas en lo que a las mujeres rurales se refiere. Nos dedica discursos, somos protagonistas de eslóganes y una clave en sus diagnósticos. Sin embargo, se olvida de nosotras cuando toma decisiones y nos ignora olímpicamente a la hora de ejecutar los tratamientos. Así es la Europa que no ama a las mujeres rurales.

Y esto no son solo palabras. Los datos demuestran una clara desventaja de las mujeres frente a los hombres: tenemos menos explotaciones agrícolas y estas son más pequeñas, por lo que cuentan con menos apoyos públicos y son menos rentables.  Solo el 30% de las explotaciones de la UE están gestionadas por alguna mujer. Una cifra que, además, maquilla los casos más graves, como el de los Países Bajos, donde las mujeres únicamente están al frente del 5% de ellas. La media europea de nuestras explotaciones es, además, de 6,4 hectáreas, mientras que las de los hombres es de 14,4 hectáreas. En total, ellos controlan el 61% de la tierra frente al 12% que tenemos nosotras.

Que una política europea no implemente la perspectiva de género es chocante a estas alturas, especialmente después de conocer el resumen del párrafo anterior. Aunque todavía más inaudito es que no lo haga la política más importante en presupuesto e impacto en la vida de los ciudadanos y ciudadanas, desde que desayunan hasta que cenan. Pero hay que recordar que la PAC es una política estratégica que va más allá de llenar nuestros estómagos. De ella también depende que se mantengan nuestros ecosistemas, que la estructura socioeconómica de la mayor parte del territorio de la Unión goce de buena salud y que no se vacíen nuestros pueblos.

Precisamente el del despoblamiento es un tema en el que España, lamentablemente, sobresale por encima del resto de los países de su entorno. Somos el país más despoblado de todo el Sur de Europa, y por mucho. En el 53% de nuestro territorio solo vive el 5% de la población. En esta carrera hacia el precipicio el siguiente país es Portugal, con el 23%. Podemos concluir con otro número que produce pavor: el 13% de España es oficialmente un “desierto demográfico” ya que su densidad de población es inferior a ocho habitantes por km2.

Las mujeres rurales siempre pedimos que se haga de esta una cuestión prioritaria a todos los niveles. Tenemos que luchar contra el despoblamiento por tierra, mar y aire. Pero en Europa hacemos todo lo contrario. En Bruselas plantean aplicar un descenso del 5% en el presupuesto de la futura PAC. Pero este porcentaje no tendría en cuenta otros datos como la inflación, por lo que se estima que en la práctica esta bajada sea entre el 15 y el 18%.

Por todo ello, en FADEMUR estamos empleándonos a fondo para pedir una reforma de la PAC justa. El protagonismo de las mujeres, un presupuesto coherente y el objetivo de revertir el despoblamiento como telón de fondo. Interpelamos personalmente al comisario de Agricultura de la UE, Phil Hogan, en un encuentro que mantuvimo con él en junio, participamos en plataformas como el Foro de Acción Rural para hacer una presión conjunta con el resto de la sociedad civil movilizada, celebramos un encuentro esta semana con las principales instituciones implicadas en el proceso y volveremos a hacerlo el jueves, cuando dedicaremos nuestra celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales, este año en Córdoba, a lograr convencer a un elenco de altos representantes de los que esperamos conseguir un compromiso firme en este aspecto. Y seguiremos empleándonos, porque si algo ya hemos demostrado es que el feminismo en el medio rural ha llegado para cumplir sus objetivos de igualdad. Sin renuncias.